A lo largo de nuestras vidas asistimos a ciertas afirmaciones que, repetidas una y otra vez quedan en el imaginario de la población. Sin embargo, si nos paramos a analizarlas y a aplicarles el filtro de la evidencia científica, nos damos cuenta de que son erróneas, dando lugar a falsos mitos. En Internet suelen proliferar este tipo de afirmaciones y, como no podría ser de otra forma, el ámbito visual también se ve afectado por ello. En este sentido, queremos desmentir algunas falsas creencias que se han creado por desconocimiento en el terreno de la visión.
1- El tamaño de ojos con el que nacemos es el que tendremos a lo largo de la vida
Al nacer, el tamaño del globo ocular es de dos terceras partes del que tendremos a lo largo de la vida. Este crecimiento se da en dos fases: la primera se produce durante el primer año de vida; y el segundo en la pubertad, donde ya sí que el ojo alcanza su tamaño definitivo.
2- Si te pones bizco regularmente puedes quedarte así para siempre
Los músculos oculares permiten su movilidad en todas direcciones: derecha, izquierda, arriba y abajo. Esta acción no fuerza a quedarse en esa posición permanentemente.
La realidad es que el estrabismo puede resultar de una patología, de una visión no corregida, de un daño muscular o nervioso, pero no de una repetición de estos movimientos.
3- Solo los varones pueden padecer daltonismo
Aunque, según las estadísticas, los hombres son más propensos y tienen mayor riesgo de padecer daltonismo, las mujeres también pueden padecerlo.
La mayoría de los daltónicos nacen con pérdida total o parcial de capacidad para diferenciar ciertos tonos de color. Las personas tricromáticas anómalos distinguen los 3 colores básicos (azul, rojo y amarillo) pero padecen alteración en la percepción de alguno. Por su parte, las personas dicromáticas tienen ceguera parcial a uno de los colores, mientras que los monocromos tienen una ausencia total a la percepción cromática (acromatopsia). Es extraño, pero puede presentarse a una edad más adulta a causa de una patología o como efecto secundario de algún medicamento que afecte a la retina o al nervio óptico.
4- La presbicia o baja visión solo aparece en edades muy avanzadas
La llegada de la vista cansada no es sinónimo de vejez. El motivo de que haya una pérdida de visión en distancias cercanas a lo largo de nuestra vida radica en la pérdida de capacidad de enfoque y acomodación del sistema visual provocada por una pérdida de elasticidad de los tejidos y músculos que intervienen. Esta disminución de la capacidad de acomodación se empieza a producir desde la juventud y es a la mitad de nuestra vida (38 a 45 años), cuando aún somos jóvenes, cuando nos empieza a afectar a las distancias de cerca que habitualmente usamos.
5- Usar gafas o lentes de contacto pueden crear dependencia
Está muy extendida la falsa creencia que si usan gafas o lentillas cuando el error refractivo es muy leve puede crear dependencia y aumentarán las dioptrías.
Esto no es cierto, ya que estos productos ópticos sanitarios están destinados a compensar estos defectos visuales, no para corregirlos. Una compensación nunca puede crear dependencia ni, por supuesto, influir en el desarrollo del defecto visual. Simplemente estamos más confortables con esta compensación y notamos cuando nos falta.
Por otra parte, no emplear gafas graduadas o lentes de contacto cuando es necesario su uso sí que puede generar mayores problemas a largo plazo, pues estaremos forzando nuestra visión al no contar con una capacidad visual del 100%.
6- Las lentes de contacto pueden perderse en el interior o por detrás del ojo
No es posible. Existe una estructura en la parte exterior de los ojos a modo de funda (conjuntiva) que recubre los ojos y está sujeta a los bordes de los párpados creando un cierre y protección total a la parte interior del hueco orbital craneal.
En caso de que lentes de contacto se desplacen de la zona central, como mucho se pueden alojar bajo el párpado superior de donde son fáciles de recuperar.
7- Las gafas de sol, solo para el verano y en días soleados
Unas gafas de sol homologadas y de calidad se deben utilizar no solo en verano, sino en todo el año. En días nublados claros esta protección ocular también tiene que estar presente, ya que aunque no lo veamos, la radiación solar nociva continúa incidiendo en la superficie ocular. Además, las nubes actúan como prisma, reflejándolos de manera más difusa.
8- Si veo bien no hace falta acudir al profesional de la visión
Aunque no seamos capaces de percibir problemas en la visión, no significa que no estén. El óptico-optometrista, profesional sanitario de atención primaria de la visión, puede detectar deficiencias en el funcionamiento del sistema visual que pueden aumentar con el tiempo si no son identificados de manera precoz. En este sentido, aconsejamos acudir al profesional de la visión al menos una vez al año, para que evalúe nuestro estado visual.
9- Mirar al sol puede mejorar la salud y el bienestar.
Recibir directamente la luz solar en nuestro cuerpo es muy beneficioso para multitud de factores pero mirarlo directa o indirectamente puede ser muy perjudicial ya que puede dañar nuestra retina de forma permanente y llegar a causar ceguera.
Ni siquiera con gafas de sol de categoría 4 indicadas sobre todo para deportes náuticos y de nieve con una absorción lumínica del 95% es recomendable mirar directamente al sol.
10- La manzanilla es buena para los ojos.
Aunque la planta de la manzanilla posee propiedades calmantes y antiinflamatorias, hacer una infusión con esta y aplicarla en los ojos conlleva riesgos que no debemos afrontar.
Las estructuras oculares son muy sensibles y no sabremos nunca si esta infusión está libre de bacterias, puede provocarnos alergias o contienen restos que no se hayan podido filtrar.
Antiguamente estos remedios caseros aliviaban por el mero hecho de hidratar los ojos y, en su caso, regular algo su PH. Hoy día es imprescindible consultar con los profesionales para que prescriban productos esterilizados y con las indicaciones adecuadas.
Jorge L. Maguilla Aguilar
Óptico-Optometrista
Colegiado COOOA 3.337
La informacion procede de la iniciativa TuOptometrista.com
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